viernes, 13 de julio de 2007

9 de julio de 2007: nuevamente nevó sobre Buenos Aires...

¿París? ¿Nueva York? No, Buenos Aires.
Los porteños vivimos una jornada histórica debido a la irrupción
de aire polar que produjo esta nevada sobre Buenos Aires y el Conurbano.
Alicia y Felipe en el barrio de Versalles...


Todo comenzó en la madrugada del 9 de julio de 2007
con una nevisca en las localidades del oeste de la Provincia de Buenos Aires,
y continuó durante la mañana y las primeras horas de la tarde
en los distintos barrios de la Capital Federal, el norte bonaerense
y el Conurbano. Al mediodía se intensificó y se convirtió en nieve.
Con la caída de la tarde... la nieve cubría los coches
y sus copos sorprendían a los porteños.


El obelisco reunió a muchos porteños que disfrutaron del inusual fenómeno.
Según el informe meteorológico puede que no se vuelva a repetir
en los próximos cincuenta años.


También en la Provincia de San Luis los autos
quedaron bajo la nieve.


En Villa Mercedes hasta el perro está sorprendido.


Los jardines de Buenos Aires tienen ese "qué se yo"... ¿viste?

La nevada de 1918.


¿Cuándo fue la última vez que nevó sobre Buenos Aires?
Fue hace 89 años: el sábado 22 de junio de 1918.
A la madrugada los termómetros marcaban dos grados bajo cero y a las tres y media comenzó a nevar.
Con la Primera Guerra Mundial a punto de terminar y Don Hipólito Yrigoyen como presidente
de los argentinos los serios señores de la época, con sombrero y sobretodo,
construían "muñecas" de nieve insólitas para nuestro clima.
Más de un inmigrante se habrá sentido en su Europa natal y,
seguramente, un velo nostálgico le habrá nublado la vista.


Según el diario La Nación, la nieve convirtió a Buenos Aires en una auténtica ciudad europea.
Las condiciones climáticas extraordinarias hicieron realidad un ideal de la época.
La Plaza de Mayo, según esta foto sacada desde el balcón de la Casa de Gobierno,
se ve cubierta por un manto blanco. Dicen que la precipitación fue tan intensa
que la nieve acumulada sobre el suelo -entre 8 y 10 cm- sólo se derritió dos días después.
Antonio Barni, el pianista, había concurrido al Hipódromo de La Plata y al emprender el
regreso luego de la carrera, el coche en el que volvía a Buenos Aires junto con sus amigos
se descompuso. Eso le sirvió de inspiración para escribir el tango ¡Qué Noche!